FÓSILES HETEROCRONOS EN LODOS ANÓXICOS DE LA FOSA DE CARIACO: COMPARACIÓN CON EL NEOCRETÁCICO VENEZOLANO.
Resumen
RESUMEN: Ocho testigos de pistón fueron tomados del talud sedimentario del Cañón submarino del río Manzanares, entre 73 y 658 m bajo el nivel del mar. Seis de ellos proceden del fondo debajo de la picnoclina y consisten en alternancias arcillo-limosas, ricas en sulfuro de hidrógeno. Las alternancias presentan calciruditas en ubicaciones aleatorias, conteniendo restos de invertebrados, huesos de peces y grava, de tamaño centimétrico de: a) especies hoy vivientes en aguas marinas oxigenadas, sobre la picnoclina, b) taxa de fósiles del Pleistoceno tardío, y c) fósiles del Pleistoceno temprano redepositados, provenientes del borde de la plataforma y
de afloramientos submarinos. El transporte de las especies vivientes y fósiles a su ubicación actual se atribuye a flujos masivos de lodo. El mecanismo es posible, ya que los taludes submarinos con planos de falla con buzamiento igual o mayor de 10 grados, originan fallas lístricas. Estas fallas a su vez, generan flujos laminares de baja velocidad cuyo efecto erosivo no es perceptible. No se hallaron turbiditas gradadas en sedimentos del Holoceno ni del Pleistoceno tardío. Los autores proponemos que los sedimentos pelíticos hidroplásticos pueden dar lugar a desplomes de flujos gravitatorios en las cuales conchas y huesos frágiles pueden ser transportados sin deteriorarse. Esto se atribuye a que el flujo fue de reptación. Rocas madres petroleras del Cretácico tardío de Venezuela oriental (formación Querecual) son semejantes en sus alternancias hemipelágicas, y también presentan horizontes de
huesos de peces y conchas de moluscos En ellos, la buena preservación de los fósiles en sedimentos hemipelágicos anóxicos nunca fue explicada apropiadamente. Estas secuencias alternantes deben relacionarse a facies de talud, cortadas por fallamiento contemporáneo activo.
Palabras clave: Hemipelágico, anoxia, desplome, Cretácico, Holoceno.
ABSTRACT: Eight piston core samples were taken from the sediment apron overlying the submarine canyon of the Manzanares River between 73 and 658 m below sea level, six of them, taken from below the pycnocline, consisting of mud and clay alternations rich in hydrogen sulfide. These silt alternations present a composite of randomly located calcilutites containing invertebrate shells, fish bones, and tiny gravel. The shells and bone-beds carry remnants of species whose living counterparts dwell in oxygenated marine waters above the pycnocline, fossils from the Late Pleistocene, and Early Pleistocene fossils redeposited from the edge of the platform and by submarine upwelling. Massive mudslides are thought to have transported both living species and fossils to their present location, a very feasible occurrence, as submarine slopes with fault planes dipping at or over 10 degrees give origin to listric faults. These faults in turn generate low-velocity laminar flows of imperceptible erosive effect. No graded turbidites were found in either Holocene or Late Pleistocene sediments. We propose that hydroplastic pelitic sediments may cause slow-creep gravity-flow type slumps whereby shells and fragile bones might be transported without being eroded or otherwise deteriorated. Late Cretaceous oilprone source rocks in eastern Venezuela (Querequal Formation) are similar in their hemipelagic alternations and also exhibit shell and fish bone debris horizons whose preservation in this anoxic sedimentary system has never been properly explained. These alternating
sequences must be associated to slope facies sheared by contemporary active faulting.
Key words: Hemipelagic, anoxia, slumping, Cretaceous, Holocene.
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